El potencial o declive de empresas billonarias en la industria de capital privado
A partir de 2013 fue mucho más factible ser testigo de la aparición de un unicornio. Al día de hoy hemos visto el nacimiento, desarrollo y desaparición de varios de ellos; más que nunca pareciera que éstos son parte de la cotidianidad. Muchos podrán preguntarse, ¿por qué sólo algunos son capaces de percibirlos? La respuesta radica en el adiestramiento financiero de los ojos de quienes los ven.
Para todos aquellos familiarizados con el ámbito financiero, será mucho más sencillo comprender la tendencia manifestada en torno a estos unicornios. Para todos los demás, es necesario dejar en claro que en este sentido los unicornios dejan de ser los alados caballos con un cuerno entre sus ojos, para convertirse en empresas valuadas sobre los mil millones de dólares. Así es, tal como la criatura mitológica, este tipo de unicornios también sobrepasa la imaginación de mentes empresariales generando debate en torno a su potencial a mediano y largo plazo.
Diferentes académicos, analistas y medios de comunicación se han enfocado en describir la burbuja tecnológica que se ha gestado en los últimos años y que hoy en día ha llegado a inflarse en grandes dimensiones. El fundamento de su argumento se encuentra en señalar la responsabilidad que ha tenido el Venture Capital (VC), por medio de sus inversiones privadas, en crear la sobre-valuación de empresas unicornios. Sustituyendo así la oferta pública inicial como principal catalizador de sobre-valuaciones (Smith, 2015). Se puede decir que las valuaciones vistas en el presente escenario representan un riesgo significativo para los inversionistas, ya que dan un preludio para un panorama insostenible (PitchBook, 2015).
Por eso, el análisis de algunas firmas de Venture Capital se levanta para dar voz a la contra-postura. Andreessen Horowitz, renombrada firma de VC en Silicon Valley, argumenta que la idea de una burbuja es falsa. Primeramente porque la suma total de la inversión y financiamiento a empresas tecnológicas, privadas y públicas, aún no logra ni siquiera acercarse a los altos niveles alcanzados en 1999 y 2000 durante la crisis del Punto Com. (A esta última se remiten varios analistas al escribir la nueva burbuja tecnológica). Firmas de Capital de Riesgo también declaran que en un largo plazo, el potencial retorno de inversión de empresas tecnológicas es prometedor. Segundo, la participación del sector tecnológico en el índice no ha sufrido fluctuaciones desde hace doce años. En realidad, la valuación de acciones para empresas tecnológicas no está por encima de la valuación de las acciones de empresas en otros sectores. En general, sí se puede afirmar que nos enfrentamos a la sobre-valuación de empresas en un ámbito multi-sector, pero no particularmente de empresas tecnológicas, o aún más en específico, de unicornios (Smith, 2015).
Sam Altman, emprendedor, inversionista de influencia y presidente de Y Combinator, expresa su percepción optimista para las empresas tecnológicas en un mediano plazo. Esta visión no se fundamenta solo en entusiasmo, sino que se construye a partir de una comprensión amplia del panorama económico. En su opinión, para el 2020 empresas como Uber, Palantir, Airbnb, Dropbox, Pinterest, y SpaceX, quienes actualmente protagonizan las lista Forbes de unicornios más prominentes (http://fortune.com/2015/01/22/the-age-of-unicorns/), superarán los 200 billones de dólares en valor total (Altman, 2015). Esta es una de sus tres aseveraciones que propone para el escenario de 2020, para desengañar el escenario propuesto por los profetas de la “burbuja tecnológica”.
Habiendo establecido el debate que existe entre ambas posturas, es relevante echar un vistazo a la tendencia que los unicornios han manifestado desde hace unos años hasta hoy. En la investigación 2015 VC Unicorn Report, PitchBook logra capturar datos interesantes. Fue en la transición de 2013 a 2014 que un gran número de unicornios en los Estados Unidos se sumaron al ecosistema. En 2013, solo hubo 4 de estas empresas que salieron a competir por el mercado, pero en 2014, 33 nuevos unicornios fueron creados. A lo que va del año, se han creado 32 nuevos unicornios. La edad promedio de creación de estas empresas ha disminuido de 8 a 6 años.
En cuanto a los inversionistas involucrados en rondas previas a la oferta pública, ellos han optado por asirse de protección a la alza y a la baja. Así se pretende evitar pérdidas en caso de que el valor de la compañía se adjudique por debajo de su valor en la oferta pública. Esta tendencia ha atenuado las políticas de inversión de firmas de Capital de Riesgo, al proveer protección contra el posible riesgo.
En cuanto al precio de algunas de estas empresas tecnológicas, es posible decir que empiezan a manifestar una caída. Al 10 de noviembre de 2015, la valuación de Snapchat decayó un 25% de su valor actual de $16 billones de dólares. El valor de sus acciones se vio afectado, cayendo desde $30.72 en junio a $22.91 en septiembre. YourPeople, otra reconocida empresa billonaria en el portafolio de Fidelity Investments, redujo considerablemente el precio de sus acciones en un 48%. La plataforma de big data, Dataminr, manifestó una reducción en su valuación en un 35%. El valor de AppNexus disminuyó caso 4 millones de dólares y por su parte Blue Bottle disminuyó su valor por 50%. Tomando también a Dropbox como ejemplo, su valuación cayó $2 billones de dólares al mes de octubre.
Estando próximos a concluir con este 2015 para entrar al 2016, será necesario seguir de cerca el comportamiento de los unicornios en el mercado; tenerlos en la mira para poder tener certeza en cuál será su próximo movimiento y analizar el patrón de su tendencia.
-Altman, S. (2015). Bubble Talk. Recuperado de: http://blog.samaltman.com/bubble-talk
-Smith, N. (2015). There Is No Tech Bubble. Still, Be Worried. Recuperado de http://www.bloombergview.com/articles/2015-07-06/there-is-no-tech-bubble-still-be-worried-
-Pitch Book. (2015). VC Unicorn Report.